Conca 2.0: La columna vertebral del agua

EUGENIO CELEDÓN CARIOLA,

SOCIO FUNDADOR HIDROGESTIÓN / PAST PRESIDENT ALHSUD CHILE

El agua es un elemento fundamental, no solo para la existencia de la vida, sino que a nivel país para generar progreso y soberanía en sus distintas regiones.

Por lo mismo, debemos ser capaces de acordar cómo resolvemos los problemas de cada cuenca para alcanzar su desarrollo con equidad hídrica.

No todas las cuencas son autosuficientes para atender sus demandas, especialmente las del norte, a las que se suma el centro norte vía cambio climático.

Hoy más que nunca, se torna fundamental resguardar a las regiones de la migración hídrica, valorando y potenciando las inversiones de la zona centro al norte, para resguardar una sobre población y la necesidad de nuevas inversiones en la zona sur, ya que esto no solo agravaría la seguridad hídrica nacional, sino también el panorama económico, social y cultural.

Para lograr tales acuerdos, se requiere alcanzar un clima de confianza que permita una mirada concertada para proteger el país en todos sus aspectos, a través de una institucionalidad y política de largo plazo. Ese es el principal valor del “Acuerdo para el Agua” (APA), su capacidad de convocar a los representantes del 90% del agua que se consume en Chile y generar espacios de diálogo honesto y respetuoso para avanzar de forma activa, desde las diferencias, hacia mínimos comunes con visión de futuro, en una gestión sostenible de nuestras aguas a lo largo del país, desde una mirada compartida y legitimada por los propios actores.

Una de las organizaciones participantes y firmantes del APA fue la Confederación de Canalistas de Chile (CONCA), ahora constituyéndose como CONCA 2.0 con la pronta incorporación de los regantes de más de 550 mil hectáreas entre Arica y Parinacota y Los Lagos, es decir, con la representación del 75% de las hectáreas de riego del país, organización que además plantea regionalizarse con, a lo menos, un representante de cada una de las 12 regiones en su Consejo.

Esta iniciativa puede ser una tremenda oportunidad para el país si, siendo parte del APA, la CONCA forma mesas de trabajo a lo largo de Chile con el resto de los incumbentes -ambientalistas, sectores institucionales, industriales, ONG´ s, APR, etc.- operando como “columna vertebral” de esta integración de visiones que ya han construido una metodología de consenso y confianza, y así profundizar los espacios comunes y dar velocidad a la implementación de una mejor gestión hídrica en Chile.

Trabajar la Seguridad Hídrica sin generar nuevos recursos es una mirada lapidaria, puesto que pretender resolver los problemas de las cuencas una a una solo en base a sus propios recursos, es suponer que las localidades y el país no van a crecer, o castigar a las menos dotadas a su inexistencia y pérdida de su vocación aportante, siendo que la obligación de los gobiernos es resolver los problemas del país para darle posibilidades de desarrollo, con mirada geopolítica, considerando a sus habitantes, su entorno natural y su capacidad productiva.

Hoy, los seis puntos que contiene la declaración del “Acuerdo para el Agua”, establecen la necesidad de que la política nacional para la gestión del agua se sustente en una mirada compartida y de largo plazo que trascienda los ciclos políticos; la urgencia de mejorar la institucionalidad para el agua, que permita una gobernanza coordinada y descentralizada para responder de manera oportuna y adaptativa a las necesidades del país; la validación de la cuenca como unidad de gestión, inversión y conservación de los ecosistemas y del agua en todas sus formas; la demanda de información, monitoreo y conocimiento para trabajar sobre información compartida para la toma de decisiones; y la importancia de asegurar la protección del ciclo hidrológico, a través de la innovación e incorporación de nuevas fuentes, tecnologías y prácticas de eficiencia para el uso del agua. Cada uno de estos puntos comunes es una oportunidad para un proceso de cambio positivo. Es una visión compartida sustentada en la confianza, que permite el inicio de nuevos diálogos profundos para llegar a la acción. Ese es el desafío que continúa y donde la nueva CONCA puede ser un gran aporte con un tremendo potencial de liderazgo, para abrir más espacios de trabajo conjunto e invitar a las autoridades a sumarse a esta propuesta de diálogo, para abordar las políticas públicas de forma efectiva, compartida y avanzar en un plan hídrico nacional.

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